En estos tiempo es muy común escuchar, especialmente de gente mayor que nosotros (de la edad de nuestros padres y abuelos), comentarios respecto del autismo como:

«En mi época no había gente con autismo»

«Yo nunca conocí a nadie con autismo»

«Parece que todo el mundo tiene autismo»

«Esto del autismo parece una epidemia»

A veces puede parecer un poco violento escuchar este tipo de comentarios, pero, si lo pensamos bien, es un poco cierto, y hay varias razones por las que esto parece así. Les quiero contar algunas razones que a mi me parecen importantes, y que quizás les sirvan a ustedes de respuesta frente a comentarios de este tipo. También les puede servir cuando hablen con personas que no conocen del tema, cuando le comenten a otros padres u otras personas acerca de la condición de sus hijos/nietos/sobrinos.

Problemas de nomenclatura

En un principio se llamó autismo a la esquizofrenia infantil, recién en 1980 (DSM-III Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, manual de referencia editado por la Asociación Psiquiátrica Americana tercera edición) se separaron ambos términos. También se le confundía con psicosis infantil y se llamó autistas a algunos pacientes con retraso cognitivo.

Como se sabía poco acerca de los signos y síntomas específicos del autismo, muchos comportamientos se consideraban parte de mala crianza. El trastorno de integración sensorial, que afecta a cerca del 90% de las personas en el espectro autista, fue definido recién en 1972 y aún no es reconocido por el DSM (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, manual de referencia editado por la Asociación Psiquiátrica Americana). Estos trastornos sensoriales que sufren las personas con autismo son los responsables de muchos comportamientos anómalos que, a los ojos de personas que no conocen acerca del TEA, pueden ser vistos como una «pataleta/berrinche» y, por lo tanto, generalizados como mal comportamiento de un niño «malo» o «malcriado» o «manipulador», por nombrar solo algunos términos desafortunados con los que se llamaba (y aún hoy en día se llama) a los niños con autismo.

Antiguamente muchas personas con autismo estaban «escondidas»

En el pasado las personas con trastornos del comportamiento, trastornos psiquiátricos y otros trastornos del desarrollo, que tenían comportamientos complejos, agresivos, difíciles eran institucionalizados en hospitales psiquiátricos, sanatorios y otras instituciones donde permanecían alejados de la sociedad. En otras familias estas personas estaban «escondidas» en habitaciones de sus casas, alejados del contacto con las demás personas. Mucho de esto ocurría por vergüenza de sus familiares ante los comportamientos de estas personas.

Hoy en día las familias de personas con autismo luchamos todos los días por darle a nuestros familiares la inclusión que ellos merecen, luchamos para que vayan a colegios regulares, los llevamos con nosotros a todas partes y exigimos que se respeten los derechos de nuestros hijos, nietos, sobrinos y personas queridas.

 

Movimientos de concientización del autismo

Desde hace algunos años las personas cercanas al autismo han empezado a sacar la voz, a luchar por los derechos de las personas con autismo, a luchar por hacer más visible esta condición y por enseñar a la gente qué es el autismo, qué no es, derribar mitos y exigir el respeto que se merecen. Con el auge de las redes sociales se ha vuelto cada vez más común ver personas y agrupaciones dedicadas a luchar por los derechos de las personas con TEA, visibilizar la condición y enseñar a la gente acerca del autismo.

La próxima vez que alguien diga alguna frase del tipo «parece que todo el mundo tiene autismo hoy en día», trata de explicarle por qué parece así, pero no lo es.



Referencias

1.- https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4116166/